domenica, aprile 22, 2007

Aereopuerco

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Gente, gente que se mueve, gente que espera. Espera y movimiento, pausa y movimiento, oscilación de la carne, de las carnes. ¡Cuántas carnes! ¡No consigo resistir a las carnes! ¡Las carnes voladoras las carnes!
Un piloto modelo pilota las miradas de los desesperados en la sala de espera. ¡Eh si! ¡Es italiano! Míralo, mira ahora, ¡velo volar! La camisa blanco inmaculado, el pantalón negro bien entallado, la corvatita sutil, los anteojos plateados y el perfecto bronceado. ¡¡Semejante marrano!! ¡Venga! ¡A volar!

Aereopuerto... Centro comercial de carnes volantes... Pausa y movimiento.
Consumir el aire volando, consumir el tiempo volando, volando las carnes consumen y se consumen sin consumar.
Pausa, espera... No corras... ¡Vuela!
¿Qué esperas? Pregunto a dos jamones que me están delante.
Espero volar, hacer volar mis carnes, levantarlas de aquí, levitarlas, evitarlas mis carnes... Me responden.

Un aereopuerto... ¡Qué ansia de fumar! ¡Qué ansia! ¡Cuánto quisiera conocer a la chica de allá!
¿De dónde vienes? ¿A dónde vuelas? ¿A dónde vas?
De donde sea, a donde sea, solo lejos, lo más lejos posible de toda ésta y aquella carnicería.
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Pausa, arriva un poliziotto: Favorisca i documenti.
Movimiento, ¡a volar! Lejos, lo más lejos posible de toda ésta y aquella carnicería. ¿Más allá?
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